Todos los papás y mamás se preocupan enormemente por la salud de sus pequeños, pero el hecho de contraer algún tipo de virus en las guarderías (aunque podamos evitarlo con algunos consejos que daremos más adelante) en cierto modo, es una ventaja para los siguientes años del niño. La mayoría de padres esperan con temor el inicio del curso escolar tras un periodo de vacaciones en el que quizás por el buen tiempo los más pequeños no se ponen tan enfermos.
Los niños que empiezan la guardería sufren a menudo resfriados, bronquitis, otitis o laringitis. Estos trastornos no deben asustar a los padres, pues son un camino obligado para construir su sistema inmunitario.
La mayoría de enfermedades son comunes y aparecen y desaparecen por sí mismas, con poco riesgo de complicaciones si se detectan a tiempo. El único problema cuando se trata de un virus es que, al estar junto a otros niños, es más fácil su transmisión. Las enfermedades que más se contraen en las guarderías son resfriados, enfermedades respiratorias, gastrointestinales y otitis. Puede que el niño enferme más a menudo en la guardería, sin embargo, en compensación, durante esta etapa, se enfrentará mejor a los virus y a las bacterias.
El contagio es prácticamente inevitable, los virus se transmiten a través del contacto y de las pequeñas gotas de saliva expulsadas al estornudar o toser. Los padres pueden contribuir a reducirlo, uno de los errores que algunos padres cometen es el de llevar al niño a la guardería cuando presenta leves síntomas de una enfermedad y que en ocasiones son confundidos con un simple resfriado.
Según los especialistas, ante la sospecha de una enfermedad lo mejor es que el niño no acuda a clase, no sólo se evitará la propagación de un determinado virus, sino que además se evitará que la enfermedad que está cultivando se agrave. La higiene es muy importante en estos casos, evitará que se produzcan más contagios incluido entre los miembros de la familia, lavarse bien las manos, limpiar bien los utensilios que utiliza el niño, etc. ¿Cuándo dejar al niños en casa?: Cuando observes dificultades para respirar, somnolencia, fiebre, dolor, etc, cuando observes que el niño no va a poder interactuar con normalidad en las actividades de la clase, siendo más un "castigo o esfuerzo" para el niño que un disfrute o aprendizaje, cuando el niño padezca enfermedades altamente contagiosas susceptibles de epidemia: varicela, sarampión, diarreas, gastroenteritis, conjuntivitis, paperas... y cuando el pediatra o el maestro así lo indique por razones de salud y prevención.
En Wonderland cumplimos esta serie de normas al pie de la letra, y además creemos tan importante la salud de nuestros pequeños que contamos con un servicio de pediatría totalmente gratuito. Nuestra pediatra está especializada en el aparato respiratorio y nos hace una visita, normalmente en horario de tarde, previo aviso a todos los papás y mamás que deseen que la doctora eche un vistazo a nuestros peques, se encuentren estos malitos o no.
Además de todo ello Wonderland, también cuenta con un sistema de ventilación forzada, también conocida como ventilación mecánica, utilizada en hospitales y quirófanos. Es un proceso mediante el cual se suministra o extrae aire de un determinado espacio, utilizando dispositivos mecánicos (ventiladores) con el objeto de controlar los niveles de calor, extraer gases contaminantes, diluir partículas y proveer oxigeno necesario en el centro. La ventilación forzada es utilizada cuando la ventilación natural es insuficiente o no tiene la capacidad de mantener un espacio determinado en condiciones confortables.
Quizá no podamos evitar que un niño coja un catarro, o una gastroenteritis, pero si llevamos a cabo los anteriores consejos podremos evitar que muchos se reproduzcan y con ello se reduzcan los casos, porque no hay nada más importante que la salud de nuestros pequeños.