Inicio Blog Pedagogía Pikler

Podemos definir la Pedagogía Pikler como un método de crianza. Para dar pie a está pedagogía, Emmi Pikler, se basó mayormente en el constructivismo y en metodologías como Montessori. Es decir, la pediatra Emmi Pikle, baso su metodología en la libertad del aprendizaje, a través de ambientes o herramientas proporcionadas por los educadores para una mayor autonomía de los pequeños. Dichos ambientes deben tener una condiciones sociales y emocionales estables.

Pikler ideó su síntesis en el centro de orfandad que dirigía en el año 1969, cuando puso en valor la libertad para la psicomotricidad infantil.

La pedagogía Pikler se basa en 5 principios:

  • Autonomía:
    Él bebe puede desarrollarse físicamente sin la interferencia directa de progenitores, tan solo ofreciendo al bebe unas condiciones adecuadas, tales como juguetes acordes a su edad, vestimenta…
  • Favorecer la toma de decisiones:
    El adulto juega un papel fundamental, favoreciendo un ambiente emocionalmente estable para que el pequeño pueda desarrollarse, centrándose en sus movimientos y descubriendo el entorno de forma autónoma.
  • Comunicación o relación afectiva
    Esta comunicación puede darse por diferentes vías, ya que puede ser verbal o miradas por las que demos seguridad al peque. Además, será necesaria la presencia afectiva y comprensiva del adulto, siempre sin presiones.
  • Salud física y mental
    Además de unas condiciones físicas saludable, el adulto debe proporcionar un equilibrio emocional y afectivo. Es decir, un vinculo adulto/bebé estable para un progreso seguro.
  • Motricidad libre
    Este es uno de los puntos más determinantes en la relación adulto-pequeño ya que es en este punto donde se favorece el respeto mutuo entre adulto y pequeño.
    El pequeño se debe sentirse libre para moverse y desarrollar su cuerpo mientras descubre su entorno. Para Pikler este es el factor clave de su visión y se trabajará de forma transversal en los demás puntos.
  • Rol del adulto

    Desde este enfoque, el niño es el único y completo protagonista, mientras que el adulto juega un papel de espectado, facilitador y acompañante.

    Para que el adulto pueda desarrollar su labor, según se fundamenta el trabajo de Emmi Pikler: el apego y la autonomía, debe:

    • Ser paciente: durante las actividades cotidianas como alimentar al bebé, el adulto debe hablar con el bebé de forma suave y dando tiempo a que el pequeño escuche y tome su decisión.
    • Mostrar afecto y ser considerado: Hablar al niño de forma cariñosa, teniendo siempre en cuenta la decisión de este.
    • No manipular: Durante el juego del pequeño, el adulto debe ser un simple facilitador, sin hacer sugerencias, ni intervenir en como debe desarrollar el juego.
    • No intervenir en el desarrollo de sus funciones ni acelerar el progreso del pequeño: De ninguna forma debemos forzar al pequeño a desarrollar funciones como sentarse o correr. Debe ser el peque quien de forma libre y voluntaria lo haga cuando se sienta preparado para ello.

      En lo que si puede intervenir el adulto es en proporcionarle un ambiente adecuado, como ropa cómoda para que el pequeño pueda moverse con plena liberta e ir descubriendo su cuerpo a partir de sus propios movimientos.

    Acondicionar un ambiente adecuado

    Lo principal es crear un espacio agradable y adecuado para ellos. Dependiendo del desarrollo de los peques, el ambiente puede ir cambiando.

    Un ejemplo puede ser, colocar mobiliario adecuado a su estatura o dejar una zona libre donde podamos poner cojines, libros o juguetes. Además, es conveniente tener alguna zona amplia para poder jugar con colchonetas, rampas o juegos de psicomotricidad gruesa. Para ello también podemos utilizar patios y/o parques.

    Beneficios

    Lo primordial de esta metodología es la calidad del aprendizaje, en lugar de la rapidez del mismo.

    Y algunos de los demás beneficios, son:

    • Conocer no sólo sus cuerpos, sino también sus límites
    • Movimientos más seguros
    • Mejor maduración cerebral
    • Fluidez a la hora de adoptar diferentes posturas
    • Un amplio conocimiento del espacio y como desplazarse en él

    Pikler en Wonderland

    En Wonderland nos gusta ser guías/facilitadores de nuestros pequeños, es decir, basamos nuestra educación en la propuesta de actividades dando autonomía e independencia a nuestros pequeños para decidir y expresarse libremente.

    Quien haya visitado nuestras instalaciones sabrá, además, que nuestro centro está perfectamente adecuado para que los peques se muevan con total autonomía y desarrollen sus capacidades de forma autónoma/facilitada con factores como las barras de sujeción con espejos para la mejora de su equilibrio o sus primeros pasos laterales. También contamos con diversos recursos para jugar al aire libre como rocódromo en el patio interior o circuito de colchonetas.

    En Wonderland, al igual que en la Pedagogía Pikler, ¡el pequeño es el único y completo protagonista!