En los últimos años, se ha prestado considerable atención al estudio y práctica de la educación al aire libre, conocida como Outdoor Education.
Pero, ¿qué es y que implica exactamente esta modalidad educativa?
La educación al aire libre se define como un enfoque educativo que se centra en una serie de experiencias pedagógicas unificadas por la enseñanza activa que ocurre en entornos externos a la escuela. Outdoor Education es educación "en" (actividades al aire libre), "a través de" (educación personal y social), "sobre" (educación medioambiental) y "para" (sostenibilidad) el entorno natural.
Los entornos naturales son, desde luego, el pilar fundamental en el cual se sostiene la educación al aire libre. Las experiencias se basan en los siguiente factore: características del territorio y contexto social y cultural en el que se encuentra la institución educativa (guardería, colegio etc). Las actividades pedagógicas van desde experiencias perceptivo-sensoriales, como visitas a huertos educativos, granjas, museos y parques, hasta actividades sociomotrices y exploratorias, como senderismo, vela etc. Además, también se incluyen proyectos escolares que combinan la conexión con la naturaleza y la tecnología, así como experiencias que abordan temas como la economía verde y los derechos humanos, e itinerarios educativos inspirados en la tradición del norte de Europa.
Los efectos positivos de la educación al aire libre en el desarrollo infantil se ven respaldados por evidencia que muestra los beneficios para la salud de pasar tiempo en la naturaleza.
El entorno natural no estructurado y en constante cambio es ideal para mejorar la salud y el desarrollo infantil, ya que lxs niñxs son incuestionablemente más activxs físicamente cuando juegan al aire libre. Se van promoviendo y fomentando así comportamientos saludables, una mayor actividad física en la edad adulta. Al igual, se va despertando e incrementando la exploración, se fortalece el sistema inmunitario y también se contribuye al desarrollo de la autoestima y la resiliencia. A nivel socio-relacional, promueven la cohesión social (grupo) y estimula el desarrollo de la autonomía y la autosuficiencia. En términos cognitivos, el Outdoor Education fomenta la inteligencia y mejora la concentración, la atención, la reflexión y la memoria.
Dada la influencia beneficiosa del Outdoor Education en el desarrollo infantil, está siendo un enfoque educativo siempre más adoptado e implementado en las rutinas diarias de los entornos educativos. Indudablemente lxs profesorxs desempeñan un papel fundamental en la planificación y ejecución de estas actividades al aire libre, ya que está en ellxs crear y ofrecer entornos estimulantes y creativos que promuevan el bienestar y la salud mental de lxs niñxs.