El método Montessori fue creado por María Montessori hace unos 100 años y se basa en la estimulación y el respeto. Es necesario tener claro que los niños necesitan libertad, pero siempre dentro de unos límites y tener el espacio muy cuidado y ordenado.
Montessori tiene un enfoque integral del niño y pretende su máximo desarrollo en todos los ámbitos. Se disfruta mientras se aprende y se proporcionan experiencias a través de las cuales los niños crean sus conocimientos.
Además, María Montessori descubrió que los niños tienen unos periodos en los que aprenden el mundo que les rodea sin ninguna dificultad, lo absorben y los llamó “periodos sensibles”
El espacio es muy importante en este método. Debe estar adecuado para que los niños lleguen a ser independientes, bien ordenado, con carteles y al alcance de los pequeños. Además, debemos tener en cuenta que los materiales sean los adecuados, materiales concretos creados específicamente para que el niño pueda crear su aprendizaje.
Este método tiene muchas ventajas para los niños. Al centrarse en el niño como protagonista de su aprendizaje, ayudamos a desarrollar su creatividad y a que descubran por ellos mismos el entorno que les rodea.
Además, a través del material proporcionado y las actividades pensadas para ellos, fomenta el aprendizaje personalizado, ya que cada niño se fija en una cosa y descubre algo distinto al otro y al final da un gran resultado.
Algo más a resaltar sería, que este método fomenta el desarrollo espontáneo de las funciones cognitivas. Los niños pueden aprender tanto como ellos sean capaces de asimilar ya que son ellos mismos los que gestionan su aprendizaje.
Como bien hemos dicho anteriormente, en este método la manera de aprendizaje del niño es investigar por sí mismo e ir descubriendo su propio conocimiento. Por ello, en Wonderland, apostamos por actividades de experimentación con las que despertar sus sentidos y puedan ir construyendo poco a poco las bases de su aprendizaje.
Nos gusta mucho que nuestros niños se lo pasen bien y vayan descubriendo diferentes texturas, por ello, una manera muy interesante son las masas sensoriales. Además, aprovechamos para ir viendo conceptos que estamos trabajando en clase, como el color rojo.
Recomendable para todas las edades.
Muchas veces, a los niños, les cuesta probar alimentos o familiarizarse con ciertas texturas. Por eso, creemos muy importante que estén en contacto con ellos y los vean como algo familiar y les resulte conocido, y que el hecho de probar un alimento incluso surja de ellos mismos. Para ello, trabajamos la experimentación con los alimentos, por ejemplo, con la pasta. Recomendable en niños de 1-2 años ya que son los que más la disfrutan
A los niños les gusta mucho jugar con telas y estás también tienen diferentes texturas. Además, descubren cantidad de movimientos que pueden hacer gracias a ellas. Les gusta mucho tanto a los bebés como a los niños de 1-2 años.
Es una actividad que a los bebés de 0-1 les encanta, en la que desarrollan el sentido del tacto y pueden tocar muchas texturas a la vez.
Con estas botellas potenciamos su autonomía personal al hacerlos los protagonistas de la actividad ya que son ellos los que las crean. Además, estimulamos sus sentidos con muchos colores y formas diferentes.
Estas actividades, favorecen la vida cotidiana, los ayudamos a ser autónomos y mejoran su psicomotricidad fina.
Es una manera de estimular a los niños, sobre todo de 2-3 cuando empiezan con los trazos. Dibujan en la arena y ellos mismos pueden borrar.
Esto es muy importante en los niños de 2-3. Nuestra propuesta es hacerle atractivo el momento de vestirse solo para que ellos quieran hacerlo. Poner una chaqueta del revés para que metan los brazos y se lo pasen por la cabeza es uno de los ejemplos, ellos se lo pasan super bien y empiezan a ser autónomos.
Los niños aprenden mucho a través de TODOS sus sentidos. Por ello, es muy importante que no solo escuhen y vean, sino que toquen y huelan las cosas también.
Consiste en dar a los niños diferentes juguetes que se puedan encajar o con los que puedan jugar. Debemos dejarlos jugar libremente y cuando se cansen, recojan solitos. Así, los niños desarrollan su imaginación.
Una de las cosas más importantes es tener el ambiente preparado. Tener las cosas a su alcance, y proporcionar los materiales adecuados. Os será de ayuda la organización en cajas con imágenes de lo que contiene, así, los niños podrán ver lo que tiene cada una y coger la que quieran en el momento.
Además, si son bebés, debemos estimularlos mucho con el trabajo en el suelo, una barra al lado de un espejo es una manera estupenda con la que nuestros niños podrán empezar a levantarse.
Lo más importante para llevarlo a cabo es tener una actitud positiva y creer en el método, ya que no es algo fácil pero sí tiene beneficios.
Ánimo a todo los que queráis tener unos bebés Montessori y recordad que en Wonderland, siempre apostamos por lo mejor para nuestros niños.
