Las nuevas tecnologías están revolucionando el mundo. Entre otras cosas, nuestra manera de relacionarnos, de aprender, comunicarnos y de entretenernos. Los niños y niñas son grandes usuarios de las nuevas tecnologías, son nativos digitales y nos sorprenden con la rapidez que dominan el uso de teléfonos móviles, tablets, ordenadores y demás dispositivos electrónicos. Es frecuente observar a los niños y niñas de ahora, varias horas entretenidos delante de las pantallas, incluso los adultos usamos estos dispositivos para mantener a los niños entretenidos y evitar que nos molesten.
La tablet se ha convertido en casi como un miembro más de la familia. Los bebés aprenden a usar las nuevas tecnologías con la misma facilidad con la que aprenden a andar, a hablar y a comer. Pero ellos aprenden porque nosotros les enseñamos. Y de la misma forma que les enseñamos a desarrollar sus habilidades, también les deberíamos enseñar que existen límites. Ese límite se pone justo en el momento en el que el juego se transforma en dependencia, y el aprendizaje en abstracción. Cuando sólo piensan en jugar con la tablet, y no saben cómo entretenerse sin ella. Cuando les crea una dependencia.
Ahora, antes de que nazca el niño, ya tenemos mil fotos colgadas en nuestras redes sociales de ecografías y demás. Cuando va pasando tiempo, vamos colgando cada paso que da, ya sea su primer baño, su primer diente, su primer cumpleaños, su primer carnaval…
Sin darnos cuenta la importancia que tiene el colgar una foto, aunque seamos los papás. Poner una foto puede causar muchos problemas, sin ir más lejos pueden saber todos los datos del niño en una simple foto, ya que sale la ubicación de donde fue tomada, pueden ver por dónde suele ir el niño, si va solo o acompañado...
También pueden robarnos la foto y usarla para otro fin, y todo el mundo podría tener la foto que publicaste.
Para el niño tampoco es nada agradable, que cuando pasen 10-15 años encontrarse en una red social una foto de él desnudo dándose un baño, o cualquier otra foto no apropiada, sin él haberlo decidido.
Así que antes de colgar una foto de un menor, hay que pensar muy bien las cosas.
En WONDERLAND sabemos que las nuevas tecnologías están a la orden del día. Por eso, nosotros usamos las nuevas tecnologías de forma educativa con nuestros niños. Recomendamos que cuando los peques vean la tele, la vean siempre en inglés, así fomentamos el idioma; están viendo algo que les gusta, ya sea Peppa Pig, Paw Patrol, o cualquier dibujito animado, y a la vez se van familiarizando con el idioma.
Con el tema de las fotos somos muy estrictos en cumplir con la ley de protección de datos. Sólo realizamos fotografías con la autorización de los padres. Y sólo se publican en nuestra aplicación para que los papás puedan verlas de forma privada. Cada viernes ponemos unas 15 fotografías por grupo, que hemos ido haciendo durante la semana, y así los papás pueden ver lo bien que se lo pasan sus hijos. Previamente, cada padre ha firmado una autorización para que podamos colgar en nuestra aplicación las fotos, a la que sólo los padres de cada clase tienen acceso, y también han firmado el compromiso de no publicarlas en internet.
A parte de subir fotos, nuestra aplicación, sirve para muchas más cosas. Podemos comunicarnos con los papás instantáneamente, ya sea vía mensaje o vía reporte, y los padres pueden escribirnos como en el whatsapp. El reporte diario incluye lo que ha hecho el niño durante el día, cómo ha desayunado, la hora de la siesta, si ha hecho pipi o caca, si ha comido... y también un comentario de lo que han aprendido, o lo que han hecho en la guarde. Al igual que la agenda escolar del bebé, pero más moderno y sin necesidad de ir cargando todos los días con ella, o correr el riesgo de perderla. Es una aplicación personalizada para Wonderland, de My Nursery Manager. Subimos artículos y documentación para que todos los padres estén informados, enviamos a la vez a todos los tutores cualquier notificación…
En redes sociales cuidamos mucho cada detalle de la foto que subimos, que no se le vea la carita al peque, siempre haciéndola de espaldas, grupales, o desenfocada.