Inicio Blog Estimulación motora en los primeros años de vida de nuestros hijos

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), un desarrollo infantil saludable incluye tanto la maduración en los aspectos físicos, cognitivos, lingüísticos, socioafectivos y temperamentales, así como la estimulación de la motricidad fina y gruesa.

El desarrollo psicomotor es uno de los primeros grandes avances que tendrá nuestro bebé durante sus primeros doce meses de vida, además de ser el más notorio, pues involucra cambios y evoluciones visibles.

Existen dos tipos de motricidad: la fina y la gruesa.

La motricidad gruesa aparece antes que la motricidad fina, y es aquella que se refiere a los cambios de posición del cuerpo, incluyendo la postura, el equilibrio y la movilidad.

El desarrollo motor grueso comienza a mostrarse desde el momento en el que el bebé comienza a sostener su cabeza.

Con el paso de los meses y los años, el bebé irá adquiriendo importantes habilidades motoras como patalear, rodar, empujar y agitar los brazos, que le permitirán llegar a sentarse sin apoyo, gatear y caminar, hasta correr, saltar y subir escaleras cuando son mayores. Este tipo de actividades ayudan a los niños y niñas a fomentar el equilibrio, la coordinación y las habilidades físicas.

Por otro lado, la motricidad fina es la relación entre los músculos pequeños, generalmente de las manos y dedos, con los ojos (relación óculo-manual). Un buen desarrollo de la misma hace que lo peques sean cada vez más precisos, lo que se refleja positivamente en sus actividades cotidianas. Desde que son más bebés a través de actividades como el juego (pasarse un juguete de una mano a la otra, explorarlo, llevárselo a la boca), hasta los más mayores con la pintura, lavarse las manos, colorear, apilar objetos, etc.

Los beneficios de una correcta estimulación de la motricidad fina se traducirán en la autonomía y seguridad en la realización de actividades cotidianas, logrando así el desarrollo de su independencia y la realización de actividades cada vez más complejas.

En Wonderland le damos muchísima importancia al desarrollo psicomotor de nuestros niños y niñas, ya que entendemos que a esta temprana edad, su estimulación motriz es fundamental para el aprendizaje, ya que motiva los sentidos, fomenta la relación con sus iguales a ravés del juego y la experimentación, hace que descubran sus habilidades, puedan expresar deseos y necesidades, mejora su autoestima y construye su identidad.

Contamos con unas instalaciones y materiales inmejorables para ello: numerosas actividades que fomentan el trabajo de la relación óculo-manual y amplios patios luminosos con total libertad de movimiento, así como elementos que ponen a prueba su rasgo más aventurero y artístico.

No hay un lugar mejor donde tus hijos puedan desarrollar todo su potencial a la vez que disfrutan y aprenden jugando. ¡No dudes en visitarnos, te esperamos!