Muchos de los papás y mamás que leéis nuestro blog os preguntareis de qué trata la educación democrática, cómo se aplica y de qué manera se lleva a cabo tanto en la escuela como en casa, pues bien, para que entendáis esto un poco mejor os ponemos en situación.
En los años sesenta, la psicóloga del desarrollo Diana Baumrind investigó detenidamente a más de un centenar de familias con hijos en edad preescolar. Estudió cuatro dimensiones que consideraba importantes: calidez y nutrición, estrategias disciplinarias, estilo de comunicación y expectativas de madurez y control. Esto le ayudó a identificar tres estilos educativos y crianza que se daban en la sociedad: Autoritario, Permisivo y Democrático. Publicó un texto llamado Child Care Practices Anteceding Three Patterns of Preschool Behavior. Según la autora, los niños desconfiados e infelices tenían padres controladores y poco afectuosos, los dependientes tenían padres cálidos que no ponían límites, y los autosuficientes y felices tenían padres exigentes pero comunicativos.
Unos años más tarde, en 1983, Maccoby y Martin ampliaron el trabajo de Baumrind y desarrollaron el cuarto estilo de crianza, el estilo indiferente o negligente. Su característica principal es la nula implicación en el desarrollo de su hijo y por lo tanto no le sirven de apoyo.
El estilo educativo democrático consiste en un sistema de educación basado en la comunicación. Se refiere al afecto y apoyo explícito, a la aceptación e interés por las cosas del niño/a y a la sensibilidad ante sus necesidades, pero también representa un alto nivel de exigencia. El objetivo principal es que el infante entienda el porqué de las cosas y comprenda que todo tiene un momento y lugar, llegando incluso a negociar ciertas cosas con ellos, con lo que estimulan que expresen sus necesidades. Las explicaciones siempre deben estar adaptadas al nivel de comprensión del niño.
Características principales del estilo democrático en los padres
Consecuencias de este estilo educativo en los niños
Es un innovador método de enseñanza basado en la democracia como plan de instrucción. De este modo garantizamos la eliminación de las diferencias sociales, laborales, institucionales e incluso las educativas, apostando por el desarrollo de valores, esta es la propuesta de la educación democrática.
La educación democrática apuesta por la autonomía personal, ser capaz de pensar por sí mismo teniendo en cuenta las distintas opiniones y deseos de los más pequeños. Se construye en espacios de convivencia y aprendizaje participativos. Para aprender a actuar democráticamente es necesaria una participación auténtica, en la que sea posible escuchar y ser escuchado en la toma de decisiones.
En Wonderland utilizamos este método educativo, marcamos unos límites y unas pautas, pero siempre bajo una mutua comunicación y explicación previa con los infantes.
Ventajas de usar el estilo democrático en el centro