El bebé ya con seis meses pasa gran parte del día despierto y quiere jugar y divertirse. El juguete de actividades es un juguete muy aconsejable, ya que le ofrece la posibilidad de explorar con las manos y con los pies un abanico muy amplio de elementos diferentes como: las formas, las texturas, los colores, las medidas y los sonidos. Pueden estar tumbados, e ir tocando con las manos, pies… O de pie agarrándose con cuidado. Con la vista pueden ver todos los colores que tiene, y con el oído todos los sonidos que emiten depende donde toque.
Favorece la coordinación de sus movimientos cada vez que quiere atrapar, tocar o coger alguno de los elementos que contiene. También estimula su razonamiento, ya que le permite experimentar la relación de causa y efecto en la acción sobre algunos de sus elementos: si estira la anilla, suena la música.
Ahora que ya le empiezan a salir los primeros dientes, un mordedor es un juguete muy adecuado, ya que cumple dos funciones: Facilita la salida de los dientes y le calma las molestias.
Es importante que el mordedor tenga distintos estímulos sensoriales. Telas de distintas texturas para descubrir con el tacto de la boca o las manos, superficies blandas y duras, y elementos interiores que hagan ruido y que emitan sonidos. La boca principalmente la utilizan para distinguir distintos tipos de materiales o texturas, ya que los labios y la lengua son más sensibles que sus dedos y manos.
A los siete meses, sus manos están desarrollando las principales habilidades motrices; por eso, el mordedor que tienen a su alcance debe poder cogerse con facilidad. Muchos de ellos están diseñados en forma de anilla para favorecer la prensión y el mordisco.
Ahora que el niño o la niña empieza a balbucear sus primeras palabras, le encanta imitar los sonidos que oye y escucha. Le gustan los juguetes que tienen forma de animales y que, cuando los acciona, emitan el sonido. Intentará reproducir el sonido del animal.
A los ocho meses ya tendrá bastante desarrollada la motricidad fina y por eso, el juguete con sonido supone un gran estímulo para aprender una nueva habilidad, la de accionar tocando una tecla, un interruptor, girar un botón o estirar etc.
Estos juguetes también fomentan el desarrollo de su pensamiento, ya que ayudan al niño o la niña a comprender que, si lo aprieta, suena; pero si no lo hace, no. Es importante que el sonido que reproduzca el juguete sonoro le provoque un efecto relajante y de tranquilidad. Evitad los sonidos graves y bruscos.
El tentetieso es un muñeco con una base semiesférica que actúa de contrapeso, de modo que tras golpearlo siempre vuelve a su posición inicial. Es un juguete muy adecuado para despertar la curiosidad exploratoria del bebé entre nueve y diez meses.
A partir de los nueve meses, al bebé le encantan los objetos que se mueven. Se queda embelesado ante el ir y venir del tentetieso y sigue con la mirada sus movimientos.
Como no para de explorar los objetos que le ponemos al alcance, pronto se dará cuenta de que puede hacer mover el juguete dándole un golpecito. Su curiosidad lo empujará a hacer pruebas en relación con el movimiento de este juguete: lo empujará con fuerza, lo pondrá al revés, comprobará el vaivén de su movimiento… Todo para poder averiguar la causa que provoca su movimiento.
Las colchonetas para hacer psicomotricidad. A esta edad les encanta estar de pie, e ir explorándolo todo. Que mejor forma que con nuestras colchonetas de psicomotricidad de distintas formas, una cuadrada, otra en rampa, en curva…
Con la ayuda de un adulto pueden ir pasando sobre ellas, esto les fortalece las piernas y le da mayor seguridad para arrancarse andar. También les podemos dejar a su aire, y vamos viendo como ellos mismo intentan subir, o gatear entre ellas, o simplemente apoyarse para mantenerse de pie.
Desde a partir de los 6 meses les encantan las colchonetas, y sentarse en ellas, y pisarlas. Pero sobre todo cuando más les gusta y cuando es más recomendables es a los 10-11 meses, ya que tienen mas fuerzas en las piernas y se están preparando para andar solitos, y las colchonetas los estimula mucho.
Ahora que el niño o la niña empieza a dar sus primeros pasos, un juguete muy adecuado para él es el andador o carretilla (todo lo que tenga rueda y pueda agarrarse para empujar). Podrá empujar a la velocidad que desee y le ayudará a mantenerse de pie y en equilibrio mientras se desplaza dando sus primeros pasos.
Es muy importante que la altura del apoyo del andador le permita tener el cuerpo erguido. Su espalda no se debe curvar cuando apoye las manos, y que le permita verse los pies.
Puede tener un espacio central para poner cosas, con tapa o sin ella, que lo anime a transportar objetos de un lugar a otro. También puede tener elementos sonoros y luminosos que estimulen su fantasía.
No es conveniente que lo utilice durante un periodo superior a 30 minutos y no lo deberemos dejar nunca solo jugando con él, aun así, el espacio tendrá que estar libre de posibles peligros.