Inicio Blog ¿Cómo percibe el bebé el mundo a través de los sentidos? - Parte 2 : 6 - 8 meses.

Los bebés, desde que nacen van desarrollando los 5 sentidos.

Vamos a volver a recorrer ese fascinante mundo de los pequeños a través de los sentidos para profundizar un poco más en su desarrollo, esta vez lo vamos a hacer de los 6 meses hasta los 8 meses. Y explicaremos como lo hacemos en Wonderland para fomentar mejor el desarrollo, dependiendo de cada mes y sentido, con diversas actividades muy divertidas y amenas para los bebés y los adultos.

6 - 7 MESES

  • VISTA:

    Ve con claridad objetos lejanos o elementos de menos de 2 cm. Distingue detalles y los matices de color. Sigue con la mirada la dirección de los objetos que se caen.

    Como lo hacemos en WONDERLAND: A los seis meses, los niños siguen teniendo una fuerte atracción hacia los objetos en movimiento y de colores vivos. Los molinillos de viento vienen muy bien para esta actividad, ya que tiene todo lo anterior. Si el molinillo tiene las aspas de diferentes colores, cuando giran, el niño percibe cómo se mezclan todos los colores entre ellos. Además, si escogemos un molinillo que no pueda ser peligroso para el bebé podemos dejar que lo manipule y descubra la relación de causa-efecto.

  • OÍDO:

    El bebé oye muchos sonidos a su alrededor y sabe cuándo el sonido es importante para él de los que no lo son. Ya puede reconocer voces y sonidos significativos de su entorno y aprende a diferenciarlos de los nuevos a los que no está acostumbrado, como pueden ser los de los animales.

    Percibe sonidos lejanos, identifica voces conocidas y sonidos de su ambiente. Le gusta escuchar los sonidos de los objetos que se caen o que chocan entre sí. Es muy sensible al ritmo (por ejemplo, a los aplausos).

    Como lo hacemos en WONDERLAND: Las canciones serán un apoyo fundamental para que desarrolle correctamente las dos partes del cerebro que favorecen la inteligencia. Mientras el lenguaje recae en el hemisferio izquierdo, las melodías se graban en el derecho, que es donde se desarrollan las actividades artísticas. La interacción entre ambas partes del cerebro es fundamental para el correcto y equilibrado desarrollo de este órgano. Cantaremos vocalizando, pronunciando bien las palabras y articulando claramente los sonidos. No olvidaremos que somos un modelo y que él aprenderá, con nosotros, a hablar. Cuando lo consideremos oportuno, podemos acompañar las canciones con bailes e instrumentos. Todas las canciones que les ponemos en Wonderland son en Ingles, y a parte de fomentar todo lo dicho anteriormente, también fomentamos el idioma.

  • GUSTO:

    A medida que el niño o la niña crece físicamente, es probable que empiece a querer más alimentos sólidos, como frutas y verduras. Empieza a experimentar nuevos sabores y texturas, y pronto sustituirá la leche como principal fuente de nutrición. Al principio, cuando le demos alimentos sólidos, los trituraremos para que se los pueda comer sin ninguna dificultad. Cuando su motricidad fina esté más desarrollada, el bebé será más hábil a la hora de comer solo trocitos de alimento. El interés por los alimentos, la mejor coordinación óculo-manual y el sentido de la independencia lo favorecerán. Le daremos alimentos fáciles de comer, como guisantes, galletas, queso, trozos de plátano o verduras no muy cocidas. Comer estos alimentos será para él todo un descubrimiento y, al mismo tiempo, un juego.

    Empieza a salirle los dientes y se lo lleva todo a la boca para lamerlo y morderlo. Rechaza los sabores diferentes de la leche, pero le gusta jugar con los alimentos.

    Como lo hacemos en WONDERLAND: Empezaremos la actividad lavando sus manos. Después, les mostraremos las frutas que probarán. Dejaremos que las toquen, que comprueben las texturas y que las huelan. Es recomendable que las frutas que elijamos sean de temporada, ya que su gusto será más intenso y auténtico. A continuación, cortaremos las frutas y las observaremos. Les enseñaremos las semillas que tienen, sus formas, sus colores… Finalmente, dejaremos que prueben las frutas, que saboreen la dulzura, la acidez, la textura espesa o jugosa...

  • TACTO:

    El niño o la niña no explora únicamente los objetos con la boca. La manipulación con las manos y la coordinación óculo-manual aumentan las posibilidades de descubrir cosas nuevas.

    Se pasa los objetos por la cara para obtener información de su textura, consistencia, temperatura…

    Como lo hacemos en WONDERLAND: La manipulación de diferentes objetos es el primer paso para la experimentación. Dejaremos que el bebé pueda tocar diferentes objetos y materiales de reciclaje que habremos ido recogiendo a lo largo del curso en un cubo: Objetos de madera, de goma, de cartón o de plástico. Envases de diferentes medidas, vacíos o llenos, cajas de zapatos y papeles de texturas diferentes: seda, charol, celofán…

    Dejaremos que los niños y niñas exploren libremente estos elementos experimentando qué pasa cuando los golpea, los arruga o los desgarra. Después cogeremos diferentes rollos de papel de cocina y de papel higiénico y dejaremos que los manipule libremente. En un primer momento, las formas provocarán que el bebé los haga rodar, los apile o los chafe. Pronto descubrirá que puede estirar del papel. Lo ayudaremos a descubrir la textura el papel, cómo lo podemos arrugar y rasgar. Dejaremos que lo haga solo, cuidando siempre de que no se meta nada en la boca.

    Tambien podemos hacer en una cartulina, ir pegando diferentes texturas como esponjas, globos, papel de aluminio, papel seda, pinzas, espejo, algodón,... A los niños les encanta tocar y ver diferentes texturas juntas.

  • OLFATO:

    Describir con exactitud lo que percibimos a través del olfato no es una actividad fácil. Por ello es importante potenciar este sentido desde pequeños. El bebé debe empezar a reconocer diferentes olores y aromas, relacionándolos con su origen y con su procedencia. Lo ayudaremos a reconocer olores cotidianos, como por ejemplo de alimentos, del jabón, de colonia…, y también aquellos no tan usuales, como los olores de la naturaleza.

    Después de explorar los objetos con la vista y con el tacto, los huele.

    Como lo hacemos en WONDERLAND: Llenaremos diferentes cestos con plantas aromáticas, piñas, cortezas u otros elementos naturales. Diferenciaremos los espacios de los cestos de modo que el niño o la niña pueda relacionar los olores: el Rincón del bosque, el Rincón de las frutas, el Rincón del jardín… Seremos nosotros quienes previamente les enseñemos a oler lo que hay en cada cesto, cómo se nombra, dónde lo encontramos normalmente y sus características. Pondremos los cestos a una altura a la que los niños puedan acceder sin problemas, pero siempre bajo nuestra supervisión. Dejaremos que se acerquen a los cestos y que olfateen y exploren libremente sus elementos. Siempre con mucho cuidado de que no se los metan en la boca.

7 – 8 MESES:

  • VISTA:

    El bebé, con su curiosidad innata, descubre el mundo y, al mismo tiempo, aprende a desarrollarse. A través de la vista, descubre los colores, los objetos, las personas, las formas… El factor sorpresa, a través de las imágenes con solapa o de los tapices de imágenes, favorece su estimulación visual.

    Sigue brevemente con la mirada la trayectoria de un objeto que se lanza.

    Como lo hacemos en WONDERLAND: Prepararemos varias imágenes que sean próximas al bebé: de animales domésticos, de frutas, de otros niños, de objetos cotidianos… Las podemos conseguir de retales de revistas, dibujos o fotografías.

    Sobre cada imagen pondremos un retal de tela, como si fuera una solapa. Lo fijaremos a la imagen de forma que, al destaparla, no se caiga. En un primer momento seremos nosotros los que levantemos la solapa, pero enseguida lo querrá hacer él, levantando el resto.

    Con el conjunto de imágenes también podremos formar un gran mural que le sirva de estímulo niño o la niña para ir destapando solapa tras solapa y descubriendo el mundo de imágenes que hay detrás de ellas. Aprovecharemos para nombrar cada una de las imágenes y, así, ejercitaremos al mismo tiempo el conocimiento de vocabulario.

  • OÍDO:

    Cada bebé tiene un ritmo interior propio; ante el estímulo de un ritmo determinado exterior, ofrece una respuesta al balanceo. Sólo con la práctica y el tiempo, el bebé conseguirá sincronizar sus movimientos.

    Puede localizar de dónde proviene un sonido. Puedo comparar sus sonidos con los nuestros e intenta imitar lo que nosotros decimos.

    Como lo hacemos en WONDERLAND: Colocaremos al bebé sentado sobre una pelota gigante, al mismo tiempo que haremos sonar un instrumento musical. Suavemente, haremos que se balancee al ritmo de la música. Combinaremos la música del instrumento con alguna canción que favorezca que bote sobre la pelota. De esta manera aprenderá a relacionar el movimiento con los ritmos y los sonidos que oye. Intentaremos colocarlo en diferentes posiciones sobre la pelota: apoyado sobre su barriga, de lado, sentado en todas las direcciones…, pero siempre cuidaremos de que no pueda caerse y hacerse daño especialmente en el cuello y la cabeza.

  • GUSTO:

    Seguramente, ya le han salido los primeros cuatro dientes. Ya come alimentos no triturados y aprende a utilizar la cuchara. Prefiere los alimentos dulces, como la leche materna.

    Como lo hacemos en WONDERLAND: El bebé se debe familiarizar con diferentes alimentos no solamente por el gusto, sino también por la textura, el color o la medida. La gelatina nos permitirá que experimente todas estas variaciones. Prepararemos gelatina de sabores diversos: fresa, limón, kiwi, naranja… En un primer momento dejaremos que toquen la gelatina con un palo (por ejemplo, de los de helado) o una cuchara. Les sorprenderá ver cómo tiemblan. Los animaremos a experimentar con sus propias manos. Puede ser que la textura fría y viscosa les cause sorpresa e incluso rechazo. Los ayudaremos a probar la gelatina para que comprueben que tiene sabores de frutas. Primero lo haremos nosotros, sin olvidarnos de dar muestras claras de satisfacción y de aprobación. A buen seguro, los niños y niñas querrán probarla y les encantará descubrir gustos nuevos.

  • TACTO:

    Tocar diferentes texturas ayuda a los niños y niñas a experimentar a través del tacto. Hay muchas oportunidades de hacerles notar sensaciones diferentes entre sus dedos.

    Tiene mucha curiosidad por descubrir la medida, la forma y la textura de las cosas.

    Como lo hacemos en WONDERLAND: Sentaremos al bebé en pañales sobre una gran montaña de espuma (podemos utilizar por ejemplo, nata montada). En caso de que no muestre mucho interés en tocarla, colocaremos dentro de la espuma algún juguetito y nos acercaremos a cogerlo, asegurándonos de que el niño o la niña ve cómo nos llenamos el brazo y otras partes del cuerpo de espuma. Al mismo tiempo podremos comentarle la sensación tan agradable que nos aporta este contacto. También lo podemos hacer con un yogur enfrente de un espejo y que lo refrieguen contra él, y al ritmo que van moviéndolo se van viendo ellos.

  • OLFATO:

    Es capaz de rastrear un olor y descubrir su origen. Es recomendable estimularle con todo tipo de aromas naturales.

    Como lo hacemos en WONDERLAND: Las plantas aromáticas pueden ser un instrumento de juego y, al mismo tiempo, una fuente de aprendizaje, gracias a sus prestaciones como estimuladoras de los sentidos: sus aromas, sus colores y la variedad de sus flores y formas. Aprovecharemos el Rincón de la naturaleza para tener diversidad de plantas aromáticas: menta, espliego, romero, albahaca, tomillo… Confeccionaremos bolsitas de tela con hojas de las mismas plantas. Cuando el bebé haya visto y olido las plantas al natural, dejaremos que manipule las bolsitas, explicándole siempre qué contienen y de dónde provienen. Señalaremos la planta y la bolsita al mismo tiempo para que lo pueda relacionar.