La búsqueda de la felicidad ha sido, es y será uno de los objetivos fundamentales que todos perseguimos a lo largo de nuestra vida. Es importante partir de la premisa que la felicidad es relativa y para cada uno de nosotros se alcanza de diferentes formas, para unos es sinónimo de desarrollo profesional, para otros, la felicidad depende del dinero o del amor. Asimismo, hay personas para las que ser feliz consiste en vivir con lo justo y necesario. La Real Academia Española, por ejemplo, recoge en su diccionario esta definición de felicidad: “estado del ánimo que se complace en la posesión de un bien”, mientras que para el filósofo griego Aristóteles, ser feliz era sinónimo de autorealizarse y, para el también filósofo Epicuro, la felicidad consistía en experimentar placer intelectual y físico y conseguir evitar el sufrimiento mental y físico.
Según Pablo Neruda “La felicidad es interior, no depende de lo que tenemos sino de lo que somos”.
Y aunque obtener la felicidad es una de las búsquedas más ansiadas en nuestra vida, aún hay otra cosa que nos preocupa más y es la felicidad de nuestros hijos. Nos esforzamos cada día para que nuestros hijos tengan lo mejor y les damos todo lo que está a nuestro alcance, pero expertos en el desarrollo infantil que estudian el tema afirman que la felicidad no es algo que puedes darle a un niño como un regalo. Es algo que les debes enseñar. "Los mejores indicadores de felicidad futura son internos, no externos", asegura Hallowell (psiquiatra infantil) quien enfatiza la importancia de ayudar a los niños a desarrollar recursos internos que puedan utilizar a lo largo de sus vidas.
1- Cubrir sus necesidades básicas:
Para que un bebé sea feliz el punto más importante es que tenga cubiertas sus necesidades básicas de alimentación, higiene, sueño y protección, ya que no tienen posibilidad de ser autosuficientes. Los bebés que carecen de la atención necesaria son más propensos a sufrir problemas de estrés, inseguridades y miedos.
2- La figura de apego:
Los bebés son seres sociales que necesitan estar en contacto con otras personas y sobre todo sentirse queridos. Es muy importante que sienta la presencia de sus padres en todo momento, a través de la voz, del olor, les hará sentirse seguros y tranquilos mientras estén cerca de esta persona.
3- Las rutinas:
Otro punto fundamental para evitar la angustia de nuestro bebé es establecer una rutina. Ayudará a organizar vuestra vida y hará que el bebé sepa en todo momento que vamos a hacer a continuación y estará preparado para ello, las horas de dormir, de comer, del baño, etc.
4- La música:
La música infantil transmite emociones, favorece la creatividad, relaja al bebé... La música para bebés se ha convertido en un elemento indispensable para el desarrollo y educación del bebé. Además, la música para dormir es un elemento favorecedor del sueño del bebé. Rescata de tu memoria esas nanas que a ti te cantaban. Y entónalas cuando tengas a tu bebé en brazos, cuando le estés bañando o dando un masaje.
5- Los juegos:
No sólo es divertido; jugar le ayudará a desarrollar su inteligencia y a relacionarse con el mundo. Primero con tus manos y tu voz, y más adelante, con juguetes adecuados para su edad, dedica un rato a pasarlo bien con tu bebé a diario. Cosquillas, canciones, saltos, persecuciones a gatas por el pasillo, atrapar pompas… todo vale con tal de que la risa esté asegurada.
6- Logros personales y autonomía:
Los niños son más felices si consiguen sus objetivos por sus propios méritos. Debemos animarlos en este sentido. Estimular la independencia de los niños, potenciará su autoestima, su seguridad y la confianza en sí mismos. Desde ser capaces de agarrar la pelota ellos solos, empezar a gatear para desplazarse, etc.
7- El ambiente:
El exceso de estímulos, luces intensas, ruidos, movimientos bruscos puede hacer que los niños se desconcierten y se pongan nerviosos. Debemos propiciar un ambiente agradable y que les ayude a sentirse seguros y relajados.
8- Tu conducta como ejemplo:
Los estudios muestran que puedes pasarles tu temperamento a tus hijos, no necesariamente a través de tus genes, sino a través de tu propio comportamiento y forma de criarlos. Para bien o para mal, los niños perciben el humor de sus padres. Incluso los bebés pequeños imitan el estilo emocional de sus papás, Si disfrutas de las cosas pequeñas de la vida y expresas a menudo qué te hace sentirte agradecida, serás un modelo positivo de conducta para tu hijo. Enséñale a tu hijo a ver el lado positivo de cada situación.
Y así lo aplicamos a WONDERLAND, por eso todos nuestros bebés crecen y son así de FELICES!!
Recuerda que como dijo Oscar Wilde “El medio mejor para hacer buenos a los niños es hacerlos felices.”