La Atención Temprana surge en los años 70 y su evolución ha sido constante desde el inicio. En la actualidad, por todos es conocido que, la plasticidad cerebral de los primeros años de vida permite desarrollar mecanismos compensatorios en los niños que presentan determinados déficits o patologías. Tenemos por ello que aprovechar estos primeros años e intervenir de forma temprana.
En los dos primeros años de un niño se desarrollan el mayor número de habilidades que presenta una persona en los años posteriores. El desarrollo de la marcha y el lenguaje, por ejemplo, dos hitos fundamentales del proceso evolutivo, se desarrollan en dicha etapa.
Se entiende por Atención Temprana el conjunto de intervenciones dirigidas a la población infantil de 0 a 6 años, a la familia y al entorno, que tienen como objetivo dar respuesta lo más pronto posible a las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños con trastorno en su desarrollo o que tienen riesgo de padecerlos.
En la población infantil de 0 a 3 años habitualmente son los pediatras de atención primaria. En Wonderland estamos muy pendientes del desarrollo de los pequeños, por lo tanto, si alguna de nuestras tutoras ve algún indicio de anomalía en el desarrollo, recomendaría a los papás pedir la opinión de su pediatra. En la población infantil de 3 a 6 años y escolarizada, suelen ser los Equipos de Orientación Educativa quienes lo hacen. De las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños con trastornos en su desarrollo motriz, sensorial o cognitivo es responsable el ámbito educativo desde la escolarización de los niños (3 a 6 años).
La Atención Infantil Temprana se dirige a niños y niñas que presentan los siguientes trastornos del desarrollo:
Son derivados menores a los que se les diagnostica alguna patología desde el momento del nacimiento, menores que presentan riesgo en el desarrollo como, por ejemplo, bebés prematuros o menores que, en algún momento del desarrollo presentan alguna señal de alerta de que su evolución no es la esperada.
Esta intervención siempre tiene como objetivo al menor, su entorno y su familia. No podemos atender al niño como un ente aislado de todo lo que le rodea, la familia ha de ser un elemento activo de la intervención y, los profesionales tienen que estar coordinados con cualquier otro profesional que intervenga con el niño, médicos, escuelas infantiles, colegios, equipos de orientación educativa….
Los actuales programas de Atención Temprana, tienen en común los siguientes objetivos generales:
Unidades de Atención Infantil Temprana.
Las Unidades de Atención Temprana son el primer nivel de ayuda especializada ante los indicios de este tipo trastornos. En ellas, un experto equipo de profesionales se encargará de valorar las necesidades de los menores sobre la base de un diagnóstico funcional que incluye el estudio de las familias y el entorno. Del resultado de dicho estudio se decidirá la idoneidad o no de la intervención y, en su caso, la derivación a uno de los 163 Centros de Atención Infantil Temprana (CAIT) que funcionan en Andalucía.
Centros de Atención TempranaEn estos centros se diseñan actividades integrales, que involucran a profesionales, los menores y sus familias. Es importante que las familias estén presentes en las sesiones que reciben los niños y niñas. De esta forma, fuera de las sesiones, los padres pueden continuar estimulando a su hija o hijo.
En el equipo de profesionales de los Centros de Atención Temprana podemos encontrar especialistas de las siguientes áreas:
